Florentino Ariza se mantuvo sereno. No será necesario dijo: esa carta es mía. Así era. La había escrito el día anterior, en un terrible estado de depresión por nohaber podido superar la vergüenza de su primera visita frustrada. En ella se excusabapor la impertinencia de querer visitarla sin permiso previo, y desistía del propósito devolver. La había echado en el buzón sin pensarlo dos veces, y cuando reflexionó ya erademasiado tarde para recuperarla. camisas de ralph lauren
Sin embargo, no le parecieron necesarias tantasexplicaciones, sino que le pidió a Fermina Daza el favor de no leer la carta. Claro dijo ella. Al fin y al cabo, las cartas son del que las escribe. ¿No es cierto? Él dio un paso firme. Así es dijo. Por eso es lo primero que se devuelve cuando hay una ruptura. camisas lauren Ella pasó por alto la intención y le devolvió la carta, diciendo: “Es una lástima queno pueda leerla, porque las otras me han servido mucho”. Él respiró a fondo, sorprendidode que ella hubiera dicho de un modo tan espontáneo mucho más de lo que él esperaba,y le dijo: “No se imagina qué feliz me hace saberlo”. Pero ella cambió el tema, y él noconsiguió que lo reanudara en el resto de la tarde. Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera Se despidió pasadas las seis, cuando empezaron a encender las luces de la casa.Se sentía más seguro, pero sin demasiadas ilusiones, porque no olvidaba el caráctervoluble y las reacciones imprevistas de Fermina Daza a los veinte años, y no teníarazones para pensar que hubiera cambiado. Por eso se atrevió a preguntarle con unahumildad sincera si podía volver otro día, y la respuesta volvió a sorprenderlo. camisas ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Su maridocompartía la aversión a los aires andinos, y la disimulaba con argumentos variados: lospeligros de la altura para el corazón, el riesgo de una pulmonía, la doblez de la gente, lasinjusticias del centralismo. Así que conocían medio mundo pero no conocían su país. Enla actualidad había un hidroavión Junkers que iba de pueblo en pueblo por la cuenca deLa Magdalena, como un saltamontes de aluminio, con dos tripulantes, seis pasajeros ylas sacas del correo. Florentino Ariza comentó: “Es como un cajón de muerto por el aire”. Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera Ella había estado en el primer viaje en globo, y no había sufrido ningún sobresalto, peroapenas si podía creer que fuera la misma que se atrevió a semejante aventura. Dijo: “Esdistinto”. by ralph lauren polo
Queriendo decir que era ella la que había cambiado, no los modos de viajar. A veces la sorprendía el ruido de los aviones. Los había visto pasar muy bajos,haciendo maniobras acrobáticas, en el centenario de la muerte de El Libertador. Uno deellos, negro como un gallinazo enorme, pasó rozando los techos de las casas de LaManga, dejó un pedazo de ala en un árbol vecino, y quedó colgado de los cableseléctricos. Pero ni aun así había asimilado Fermina Daza la existencia de los aviones. Nisiquiera había tenido la curiosidad de ir en los últimos años hasta la ensenada deManzanillo, donde acuatizaban los hidroaviones después de que las lanchas del resguardoespantaban las canoas de pescadores y los botes de recreo, cada vez más numerosos. camisa de ralph lauren Así de vieja como estaba la habían escogido para recibir con un ramo de rosas a CharlesLindbergh cuando vino en su vuelo de buena voluntad, y no entendió cómo podíaelevarse un hombre tan grande, tan rubio, tan guapo, dentro de un aparato que parecíade hojalata arrugada, y que dos mecánicos empujaron por la cola para ayudarlo a subir.La idea de que unos aviones que no eran mucho más grandes pudieran llevar ochopersonas no le cabía en la cabeza. En cambio, había oído decir que los buques fluvialeseran una delicia porque no se balanceaban como los de mar, pero tenían otros peligrosmás graves, como los bancos de arena y los asaltos de bandoleros. Florentino Ariza le explicó que todo eso eran leyendas de otros tiempos: losbuques actuales tenían un salón de baile, camarotes tan amplios y lujosos como cuartosde hotel, con baño privado y ventiladores eléctricos, y desde la última guerra civil nohabía más asaltos armados. Le explicó además, con la satisfacción de un triunfopersonal, que estos progresos se debían más que nada a la libertad de navegaciónpropugnada por él, que había estimulado la competencia: en vez de una empresa única,como antes, había tres muy activas y prósperas. Sin embargo, el rápido progreso de laaviación era un peligro real para todos. camisa ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Ella, de pie,desconcertada, le dijo: “Pues ya está aquí”. Y lo invitó a seguir hasta la terraza del patiodonde habría menos calor. Él se negó con una voz que a ella le pareció más bien unsuspiro de lástima. Le ruego que sea mañana dijo. Ella recordó que mañana era jueves, día de la visita puntual de Lucrecia del Realdel Obispo, pero le dio una solución inapelable: “Pasado mañana a las cinco”. FlorentinoAriza se lo agradeció, le hizo una despedida de emergencia con el sombrero, y se fue sinprobar el café. Zapatos Ralph Lauren Polo
Ella permaneció perpleja en el centro de la sala, sin entender qué era loque acababa de ocurrir, hasta que se extinguió en el fondo de la calle el petardeo delautomóvil. Florentino Ariza buscó entonces la posición menos dolorida en el asientoposterior, cerró los ojos, aflojó los músculos, y se entregó a la voluntad del cuerpo. Fuecomo volver a nacer. El chofer, que después de tantos años a su servicio ya no sesorprendía de nada, se mantuvo impasible. Pero al abrirle la portezuela frente al portalde la casa, le dijo: Tenga cuidado, don Floro, eso parece el cólera. Pero era lo de siempre. Bikinis Polo Ralph Lauren Florentino Ariza se lo agradeció a Dios el viernes a lascinco en punto, cuando la criada lo condujo a través de la penumbra de la sala hasta laterraza del patio, y allí encontró a Fermina Daza junto a una mesita puesta para dospersonas. Le ofreció té, chocolate o café. Florentino Ariza pidió café, muy caliente y muyfuerte, y ella ordenó a la criada: “Para mí lo de siempre”. Lo de siempre era una infusiónbien cargada de diversas clases de tés orientales, que le alzaban el ánimo después de lasiesta. Cuando ella terminó con la marmita, y él con la jarra de café, ya ambos habíanintentado e interrumpido varios temas, no tanto porque de veras les interesaran, comopor eludir los otros que ni él ni ella se atrevían a tocar. Ambos estaban intimidados, sinentender qué hacían tan lejos de su juventud en la terraza ajedrezada de una casa denadie todavía olorosa a flores de cementerio. by ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Ella se comportaba como lo que era, una niña dispuesta a descubrirla vida bajo la guía de un hombre venerable que no se sorprendía de nada, y él secomportó a conciencia como lo que más había temido ser en la vida: un novio senil.Nunca la identificó con Fermina Daza, a pesar de que el parecido era más que fácil, nosólo por la edad, por el uniforme escolar, por la trenza, por su andar montuno, y hastapor su carácter altivo e imprevisible. Más aún: la idea de la sustitución, que tan buenaliciente había sido para su mendicidad de amor, se borró por completo. Le gustaba porlo que ella era, y terminó amándola por lo que ella era con una fiebre de deliciascrepusculares. Fue la única con que tomó precauciones drásticas contra un embarazoaccidental. Después de una media docena de encuentros, no había para ambos otrosueño que las tardes de los domingos. polos ralph lauren
Puesto que él era la única persona autorizada para sacarla del internado, iba abuscarla en el Hudson de seis cilindros de la C.F.C., y a veces le quitaban la capota en lastardes sin sol para pasear por la playa, él con el sombrero tétrico, y ella muerta de risa,sosteniéndose con las dos manos la gorra de marinero del uniforme escolar para que nose la llevara el viento. Alguien le había dicho que no anduviera con su acudiente más delo indispensable, que no comiera nada que él hubiera probado ni se pusiera muy cerca desu aliento, porque la vejez era contagiosa. Pero a ella no le importaba. polos ralph lauren baratos Ambos semostraban indiferentes a lo que pudiera pensarse de ellos, porque el parentesco era bienconocido, y además sus edades extremas los ponían a salvo de toda suspicacia. Acababan de hacer el amor el domingo de Pentecostés, a las cuatro de la tarde'cuando empezaron los dobles. Florentino Ariza tuvo que sobreponerse al sobresalto delcorazón. En su juventud, el ritual de los dobles estaba incluido en el precio de losfunerales, y sólo se negaba a los pobres de solemnidad. Pero después de nuestra últimaguerra, en el puente de los dos siglos, el régimen conservador consolidó sus costumbrescoloniales, y las pompas fúnebres se hicieron tan costosas que sólo los más ricos podíanpagarlos. Cuando murió el arzobispo Ercole de Luna, las campanas de toda la provinciadoblaron sin tregua durante nueve días con sus noches, y fue tal el tormento público queel sucesor eliminó de los funerales el requisito de los dobles, y los dejó reservados paralos muertos más ilustres. Polos Ralph Lauren Baratos Hombre Ciudad

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

De todas las de la lista era la únicaque vivía de su cuerpo, pero lo administraba a su antojo, sin gerente de planta. En susbuenos años había hecho una carrera legendaria de cortesana clandestina, que le valió elnombre de guerra de Nuestra Señora la de Todos. Enloqueció a gobernadores yalmirantes, vio llorar en su hombro a algunos próceres de las armas y las letras que noeran tan ilustres como se creían, y aun a algunos que lo eran. Fue verdad, en cambio,que el presidente Rafael Reyes, por sólo media hora apresurada entre dos visitascasuales a la ciudad, le asignó una pensión vitalicia por servicios distinguidos en elMinisterio del Tesoro, donde no había sido empleada ni un día. Repartió sus dádivas deplacer hasta donde le alcanzó el cuerpo, y aunque su conducta impropia era de dominiopúblico, nadie hubiera podido exhibir contra ella una prueba terminante, porque suscómplices insignes la protegieron tanto como a sus propias vidas, conscientes de que noera ella sino ellos los que tenían más que perder con el escándalo. Florentino Ariza habíaviolado por ella su principio sagrado de no pagar, y ella había violado el suyo de nohacerlo gratis ni con el esposo. polos de polo ralph lauren
Se habían puesto de acuerdo en el precio simbólico de unpeso por cada vez, pero ella no lo recibía ni él se lo daba en la mano, sino que lo metíanen el cochinito de alcancía hasta que fueran suficientes para comprar cualquier ingenioultramarino en el Portal de los Escribanos. Fue ella la que atribuyó una sensualidaddistinta a las lavativas que él usaba para las crisis de estreñimiento, y lo convenció decompartirlas, de aplicárselas juntos en el transcurso de sus tardes locas, tratando deinventar todavía más amor dentro del amor. Consideraba una fortuna que en medio de tantos encuentros aventurados, la únicaque le hizo probar una gota de amargura fue la tortuosa Sara Noriega, que terminó susdías en el manicomio de la Divina Pastora, recitando versos seniles de tan desaforadaobscenidad, que debieron aislarla para que no acabara de enloquecer a las otras locas.Sin embargo, cuando recibió entera la responsabilidad de la C.F.C. polos de ralph lauren ya no tenía muchotiempo ni demasiados ánimos para tratar de sustituir con nadie a Fermina Daza: la sabíainsustituible. Poco a poco había ido cayendo en la rutina de visitar a las ya establecidas,acostándose con ellas hasta donde le sirvieran, hasta donde le fuera posible, hastacuando tuvieran vida. El domingo de Pentecostés, cuando murió Juvenal Urbino, ya sólo Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera le quedaba una, una sola, con catorce años apenas cumplidos, y con todo lo que ningunaotra había tenido hasta entonces para volverlo loco de amor. Se llamaba América Vicuña. Había venido dos años antes de la localidad marítimade Puerto Padre encomendada por su familia a Florentino Ariza, su acudiente, con quientenían un parentesco sanguíneo reconocido. La mandaban con una beca del gobiernopara hacer los estudios de maestra superior, con su petate y su baulito de hojalata queparecía de una muñeca, y desde que bajó del barco con sus botines blancos y su trenzadorada, él tuvo el presentimiento atroz de que iban a hacer juntos la siesta de muchosdomingos. polos polo ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

A falta de una deseó estar contodas al mismo tiempo, como siempre que estaba asustado. Pues aun en sus épocas másdifíciles y en sus momentos peores, había mantenido algún vínculo, por débil que fuera,con las incontables amantes de tantos años: siempre siguió el hilo de sus vidas. Así que aquella noche se acordó de Rosalba, la más antigua de todas, la que sellevó el trofeo de su virginidad, cuyo recuerdo seguía doliéndole como el primer día. Lebastaba con cerrar los ojos para verla con el traje de muselina y el sombrero de largascintas de seda, meciendo la jaula del niño en la borda del buque. Varias veces en losaños numerosos de su edad lo tuvo todo listo para ir a buscarla sin saber ni siquieradónde, sin conocer su apellido, sin saber si era ella la que buscaba, pero seguro deencontrarla en cualquier parte entre fflorestas de orquídeas. Cada vez, por uninconveniente real de última hora, o por una falla intempestiva de su voluntad, el viaje seaplazaba cuando ya estaban a punto de levar la tabla del buque: siempre por un motivoque tenía algo que ver con Fermina Daza. Polo Ralph Lauren Big Pony Hombre
Se acordó de la viuda de Nazaret, la única con la que profanó la casa materna dela Calle de las Ventanas, aunque no hubiera sido él sino Tránsito Ariza quien la hizoentrar. A ella le consagró más comprensión que a otra ninguna, por ser la única queirradiaba ternura de sobra como para sustituir a Fermina Daza, aun siendo tan lerda enla cama. Pero su vocación de gata errante, más indómita que la misma fuerza de suternura, los mantuvo a ambos condenados a la infidelidad. Sin embargo, lograron seramantes intermitentes durante casi treinta años gracias a su divisa de mosqueteros:Infieles, pero no desleales. Fue además la única por la que Florentino Ariza dio la cara:cuando le avisaron que había muerto y que iba a ser enterrada de caridad, la enterró asus expensas y asistió solo al entierro. Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera Se acordó de otras viudas amadas. polo ralph lauren espana De Prudencia Pitre, la más antigua de lassobrevivientes, conocida de todos como la Viuda de Dos, porque lo era dos veces. Y de laotra Prudencia, la viuda de Arellano, la amorosa, que le arrancaba los botones de la ropapara que él tuviera que demorarse en su casa mientras se los volvía a coser. Y de Josefa,la viuda de Zúñiga, loca de amor por él, que estuvo a punto de cortarle la perinoladurante el sueño con las tijeras de podar, para que no fuera de nadie aunque no fuera deella. Se acordó de Ángeles Alfaro, la efímera y la más amada de todas, que vino porseis meses a enseñar instrumentos de arco en la Escuela de Música y pasaba con él lasnoches de luna en la azotea de su casa, como su madre la echó al mundo, tocando lassuites más bellas de toda la música en el violonchelo, cuya voz se volvía de hombre entresus muslos dorados. Desde la primera noche de luna, ambos se hicieron trizas loscorazones con un amor de principiantes feroces. Pero Ángeles Alfaro se fue como vino,con su sexo tierno y su violonchelo de pecadora, en un transatlántico abanderado por elolvido, y lo único que quedó de ella en las azoteas de luna fueron sus señas de adiós conun pañuelo blanco que parecía una paloma en el horizonte, solitaria y triste, como en losversos de los Juegos Florales. polo ralph lauren polo

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Sabía, por otra parte, que el doctor Juvenal Urbino sólo hacía el amor denoche, y mejor aún en la oscuridad absoluta, y en último caso antes del desayuno alarrullo de los primeros pájaros. Después de esa hora, según él decía, era más el trabajode quitarse la ropa y volver a ponérsela, que el placer de un amor de gallo. De modo quela contaminación de la ropa sólo podía ocurrir en alguna de las visitas médicas, o encualquier momento escamoteado a sus noches de ajedrez y de cine. Esto último eradifícil de esclarecer, porque al contrario de tantas amigas suyas, Fermina Daza era demasiado orgullosa para espiar al marido, o para pedirle a alguien que lo hiciera por ella. Elhorario de las visitas, que parecía el más apropiado para la infidelidad, era además elmás fácil de vigilar, porque el doctor Juvenal Urbino llevaba una relación minuciosa decada uno de sus clientes, inclusive con el estado de cuentas de los honorarios, desde quelos visitaba por primera vez hasta que los despedía de este mundo con una cruz final yuna frase por el bienestar de su alma. Al cabo de tres semanas, Fermina Daza no había encontrado el olor en la ropadurante varios días, había vuelto a encontrarlo de pronto cuando menos lo esperaba, y lohabía encontrado luego más descarnado que nunca por varios días consecutivos, aunqueuno de ellos había sido un domingo de fiesta familiar en que ella y él no se separaron niun instante. ralphlauren
Una tarde se encontró en la oficina del esposo, contra su costumbre y auncontra sus deseos, como si no fuera ella sino otra la que estuviera haciendo algo que ellano haría jamás, descifrando con una primorosa lupa de Bengala las intrincadas notas devisitas de los últimos meses. Era la primera vez que entraba sola en esa oficina saturadade relentes de creosota, atiborrada de libros empastados en pieles de animales ignotos,de grabados turbios de grupos escolares, de pergaminos de honor, de astrolabios ypuñales de fantasía coleccionados durante años. Un santuario secreto que tuvo siempre Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera como la única parte de la vida privada de su marido a la que ella no tenía acceso porqueno estaba incluida en el amor, así que las pocas veces en que estuvo allí había sido conél, siempre para asuntos fugaces. No se sentía con derecho a entrar sola, y menos parahacer escrutinios que no le parecían decentes. Pero allí estaba. Quería encontrar laverdad, y la buscaba con unas ansias apenas comparables al terrible temor deencontrarla, impulsada por un ventarrón incontrolable más imperioso que su altivezcongénita, más imperioso aún que su dignidad: un suplicio fascinante. ropa barata de hombre No pudo sacar nada en claro, porque los pacientes de su marido, salvo los amigoscomunes, eran también parte de su dominio estanco, gentes sin identidad que no seconocían por su cara sino por sus dolores, no por el color de sus ojos o las evasiones desu corazón, sino por el tamaño de su hígado, el sarro de su lengua, los grumos de suorina, las alucinaciones de sus noches de fiebre. Gentes que creían en su esposo, quecreían vivir por él cuando en realidad vivían para él, y terminaban reducidas a una fraseescrita por él de su puño y letra al calce del expediente médico: Tranquilo, Dios te estáesperando en la puerta. Fermina Daza abandonó el estudio al cabo de dos horas inútilescon la sensación de haberse dejado tentar por la indecencia. Azuzada por su fantasía, empezó a descubrir los cambios del marido. Loencontraba evasivo, inapetente en la mesa y en la cama, propenso a la exasperación y alas réplicas irónicas, y cuando estaba en la casa ya no era el hombre tranquilo de antes,sino un león enjaulado. Por primera vez desde que se casaron vigiló sus tardanzas, lascontroló al minuto, y le decía mentiras para sacarle verdades, pero luego se sentía heridade muerte por sus contradicciones. ropa de hombre

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Los hijos fuerona pasar en Flores de María las vacaciones escolares del segundo año, y Fermina Dazahizo lo imposible por parecer conforme con su nueva vida. Esa fue al menos la conclusiónque sacó juvenal Urbino de las cartas del hijo. Además, en esos días estuvo por allí engira pastoral el obispo de Riohacha, montado bajo palio en su célebre mula blanca congualdrapas bordadas de oro. Detrás vinieron peregrinos de comarcas remotas, músicosde acordeones, vendedores ambulantes de comidas y amuletos, y la hacienda estuvo tresdías desbordada de inválidos y desahuciados, que en realidad no venían por lossermones doctos y las indulgencias plenarias, sino por los favores de la mula, de la cualse decía que hacía milagros a escondidas del dueño. El obispo había sido muy de la casade los Urbino de la Calle desde sus años de cura raso, y un mediodía se escapó de suferia para almorzar en la hacienda de Hildebranda. Después del almuerzo, en el cual sólose habló de asuntos terrenales, llevó aparte a Fermina Daza y quiso oírla en confesión. ralph polo
Ella se negó, de un modo amable pero firme, con el argumento explícito de que no teníanada de que arrepentirse. Aunque no fue ese su propósito, al menos consciente, sequedó con la idea de que su respuesta iba a llegar adonde debía. El doctor Juvenal Urbino solía decir, no sin cierto cinismo, que aquellos dos añosamargos de su vida no fueron culpa suya, sino de la mala costumbre que tenía su esposade oler la ropa que se quitaba la familia, y la que se quitaba ella misma, para saber porel olor si había que mandarla a lavar, aunque pareciera limpia a primera vista. Lo hacíadesde niña, y nunca creyó que se notara tanto, hasta que su marido se dio cuenta lamisma noche de bodas. Se dio cuenta también de que fumaba por lo menos tres veces aldía encerrada en el baño, pero esto no le llamó la atención, pues las mujeres de su clasesolían encerrarse en grupos a hablar de hombres y a fumar, y aun a beber aguardientede a dos cuartillos hasta quedar tiradas por los suelos con una marimonda de albañil.Pero la costumbre de husmear cuanta ropa encontraba a su paso, no sólo le parecióimprocedente, sino peligrosa para la salud. ralph polo lauren Ella lo tomaba a broma, como tomaba todo loque no quería discutir, y decía que no era por simple adorno por lo que Dios le habíapuesto en la cara aquella acuciosa nariz de oropéndola. Una mañana, mientras ellaandaba de compras, la servidumbre alborotó el vecindario buscando al hijo de tres añosque no habían podido encontrar en ningún escondite de la casa. Ella llegó en medio delpánico, dio dos o tres vueltas de mastín rastreador, y encontró al hijo dormido dentro deun ropero, donde nadie pensó que pudiera esconderse. Cuando el marido atónito lepreguntó cómo lo había encontrado, ella le contestó: Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera Por el olor a caca. La verdad es que el olfato no le servía sólo para lavar la ropa o para encontrarniños perdidos: era su sentido de orientación en todos los órdenes de la vida, y sobretodo de la vida social. Juvenal Urbino lo había observado a lo largo de su matrimonio,sobre todo al principio, cuando ella era la advenediza en un ambiente predispuesto encontra suya desde hacía trecientos años, y sin embargo braceaba por entre frondas decorales acuchillados sin tropezar con nadie, con un dominio del mundo que no podía sersino un instinto sobrenatural. ralph ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

Nadie sabía nada, en unaciudad donde todo se sabía, y donde muchas cosas se sabían inclusive antes de queocurrieran. Sobre todo las cosas de los ricos. Pero tampoco nadie tenía explicaciónalguna para la desaparición de Fermina Daza. Florentino Ariza seguía rodando La Manga,oyendo misas sin devoción en la basílica del seminario, asistiendo a actos cívicos quenunca le hubieran interesado en otro estado de ánimo, pero el paso del tiempo no hacíasino aumentar el crédito de la versión. Todo parecía normal en la casa de los Urbino,salvo la falta de la madre. En medio de tantas averiguaciones encontró otras noticias que no conocía, o queno andaba buscando, y entre ellas la de la muerte de Lorenzo Daza en la aldeacantábrica donde había nacido. Ralph Lauren Sudaderas Mujer
Recordaba haberlo visto durante muchos años en lasbulliciosas guerras de ajedrez del Café de la Parroquia, con la voz estragada de tantohablar, y más gordo y áspero a medida que sucumbía en las arenas movedizas de unamala vejez. No habían vuelto a dirigirse la palabra desde el ingrato desayuno de anisadodel siglo anterior, y Florentino Ariza estaba seguro de que Lorenzo Daza seguíarecordándolo con tanto rencor como él, aun después de conseguir para la hija elmatrimonio de fortuna que se le había convertido en la única razón de estar vivo. Peroseguía tan decidido a encontrar una información inequívoca sobre la salud de FerminaDaza, que había vuelto al Café de la Parroquia para obtenerla de su padre, por la épocaen que se celebró allí el torneo histórico en que Jeremiah de SaintAmour se enfrentósolo a cuarenta y dos adversarios. Fue así como se enteró de que Lorenzo Daza habíamuerto, y se alegró de todo corazón, aun a sabiendas de que el precio de aquella alegríapodía ser el seguir viviendo sin la verdad. Al final admitió como cierta la versión delhospital de desahuciados, sin más consuelo que un refrán conocido: Mujer enferma,mujer eterna. En sus días de desaliento, se conformaba con la idea de que la noticia de lamuerte de Fermina Daza, en caso de que ocurriera, le llegaría de todos modos sinbuscarla. Ralph Lauren Women Tee No iba a llegarle nunca. Pues Fermina Daza estaba viva y saludable en la haciendadonde su prima Hildebranda' Sánchez vivía olvidada del mundo, a media legua del pueblode Flores de María. Se había ido sin escándalo, de común acuerdo con el esposo,embrollados ambos como adolescentes con la única crisis seria que habían sufrido enveinticinco años de un matrimonio estable. Los había sorprendido en el reposo de lamadurez, cuando ya se sentían a salvo de cualquier emboscada de la adversidad, con los Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera hijos grandes y bien criados, y con el porvenir abierto para aprender a ser viejos sinamarguras. Había sido algo tan imprevisto para ambos, que no quisieron resolverlo agritos, con lágrimas y mediadores, como era de uso natural en el Caribe, sino con lasabiduría de las naciones de Europa, y de tanto no ser ni de aquí ni de allá terminaronchapaleando en una situación pueril que no era de ninguna parte. Por último, ella habíadecidido irse, sin saber siquiera por qué, ni para qué, por pura rabia, y él no había sidocapaz de persuadirla, impedido por su conciencia de culpa. ralph mujer

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()

No era una novedad para él, pues sabía que el hijo ya iba a la escuela. Sin embargo, suedad maternal no le había parecido antes tan evidente como aquella noche, tanto por eldiámetro de su cintura y su andar un poco acezante, como por los escollos de la vozcuando leyó la lista de los premios. Tratando de documentar sus recuerdos, volvió a hojear los álbumes de los JuegosFlorales mientras Sara Noriega preparaba algo de comer. Vio cromos de revistas,postales amarillentas de las que se vendían como recuerdo en los portales, y fue comoun repaso fantasmal a la falacia de su propia vida. Hasta entonces lo había sostenido laficción de que el mundo era el que pasaba, pasaban las costumbres, la moda: todomenos ella. Pero aquella noche vio por primera vez de un modo consciente cómo se leestaba pasando la vida a Fermina Daza, y cómo pasaba la suya propia, mientras él nohacía nada más que esperar. lauren ralph lauren
Nunca había hablado de ella con nadie, porque se sabíaincapaz de decir el nombre sin que se le notara la palidez de los labios. Pero esa noche,mientras hojeaba los álbumes como en tantas otras veladas de tedio dominical, SaraNoriega tuvo uno de esos aciertos casuales que helaban la sangre. Es una puta dijo. Lo dijo al pasar, viendo un grabado de Fermina Daza disfrazada de pantera negraen un baile de máscaras, y no tuvo que mencionar a nadie para que Florentino Arizasupiera de quién hablaba. Temiendo una revelación que lo perturbara de por vida, ésteapresuró una defensa cautelosa. Advirtió que sólo conocía de lejos a Fermina Daza, quenunca habían pasado de los saludos formales y no tenía ninguna noticia de su intimidad,pero daba por cierto que era una mujer admirable, surgida de la nada y enaltecida porsus méritos propios. Niños Short Polos manga Por obra y gracia de un matrimonio de interés con un hombre que no quiere lointerrumpió Sara Noriega. Es la manera más baja de ser puta. Con menos crudeza, pero con igual rigidez moral, su madre le había dicho lomismo a Florentino Ariza tratando de consolarlo de sus desventuras. Turbado hasta lostuétanos, no encontró una réplica oportuna para la inclemencia de Sara Noriega, y tratóde fugarse del tema. Pero Sara Noriega no se lo permitió hasta que no acabó dedesahogarse contra Fermina Daza. Por un golpe de intuición que no hubiera podidoexplicar, estaba convencida de que había sido ella la autora de la conspiración paraescamotearle el premio. outlet ralph lauren

trademarkes 發表在 痞客邦 留言(0) 人氣()